Inteligencia Emocional en la Década de los 20’s: Una Urgencia Silenciosa

mayo 12, 2025

 

La inteligencia emocional no es un talento innato, es una elección diaria: escuchar en lugar de reaccionar, comprender antes de juzgar, y sentir sin perder el equilibrio."

— Anónimo

Los años 2020 han traído avances tecnológicos sin precedentes, pero también una creciente desconexión humana. Vivimos en la era de la hiperconectividad digital y, sin embargo, cada vez se hace más difícil conectar de forma auténtica con el otro. ¿Qué nos está faltando? Probablemente lo que menos se ve, pero más se necesita: inteligencia emocional.


Aunque el término pueda sonar abstracto, la inteligencia emocional es concreta y vital. Fue popularizada por Daniel Goleman en los años 90, y se refiere a la capacidad de reconocer, comprender y gestionar nuestras propias emociones, así como de relacionarnos empáticamente con las emociones de los demás. No es algo exclusivo de psicólogos o líderes empresariales: es una habilidad que todos deberíamos desarrollar.

En esta década, su ausencia se nota en muchos frentes:

·       En la política, donde el cinismo reemplaza a la escucha.

·       En los influencers, que confunden sinceridad con crueldad.

·       En la vida cotidiana, donde la reacción inmediata sustituye al pensamiento reflexivo.

¿Qué implica tener inteligencia emocional? Aquí algunas claves básicas:

·       Autoconciencia: Saber qué sentimos, por qué lo sentimos y cómo esas emociones influyen en nuestras decisiones.

·       Autorregulación: Ser capaces de manejar nuestras emociones, sin negarlas ni ser dominados por ellas.

·       Motivación interna: Hacer las cosas con sentido y propósito, no solo por aprobación externa.

·       Empatía: Ponerse en el lugar del otro, no para juzgar, sino para comprender.

·       Habilidades sociales: Comunicarse con claridad, escuchar activamente, resolver conflictos de forma constructiva.

·       Cultivar estas habilidades no nos hace más "blandos"; nos hace más humanos. Y en tiempos de tanto ruido, algoritmos y discursos polarizados, la inteligencia emocional se convierte en un acto revolucionario.

Este es solo el comienzo. En las siguientes publicaciones, iremos explorando cada una de estas habilidades con ejemplos, ejercicios y reflexiones. Porque si algo necesita esta década, no son más voces gritando… sino más personas comprendiendo.

 

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