Repensando la educación: más allá de la estandarización

marzo 26, 2025

 

                  




 “A los niños se les debe enseñar a pensar, no que                                          pensar”    

–Margaret Mead


El “aprender a aprender” es un concepto presente en muchas misiones y visiones de universidades y centros educativos. Se basa en la idea de que el alumno desarrolla nuevas habilidades y conocimientos a través del autoaprendizaje. Inicialmente, este proceso puede ser guiado por el docente, pero a medida que el estudiante avanza en su formación, debe ser capaz de generar nuevos aprendizajes, habilidades y conocimientos por sí mismo, permitiéndole alcanzar sus metas

Las empresas han experimentado un desarrollo vertiginoso en los sistemas de calidad, los cuales surgieron en la década de 1950 y tuvieron un crecimiento acelerado a partir de los años 80. El rasgo distintivo de estos sistemas es la estandarización de procesos para garantizar que la fabricación de los productos mantenga características y estándares de calidad acordes con las expectativas del cliente.

En la segunda década del siglo XXI, hemos sido testigos de la estandarización en la educación, tanto en el sector público como en el privado. Esto ha llevado a que los sistemas educativos sean controlados mediante procesos y procedimientos que guían el desarrollo de las clases. Para ello, se emplean herramientas como rúbricas, listas de cotejo, hojas de verificación y, por supuesto, el examen escrito

El objetivo es garantizar que los alumnos de educación básica, media, media superior o superior desarrollen las habilidades, conocimientos y aprendizajes que la sociedad y los sectores industriales requieren. Este enfoque aplica el concepto de calidad como un sistema que asegura la estandarización, en este caso, de los aprendizajes, permitiendo afirmar que los estudiantes han alcanzado las metas establecidas para su nivel educativo. A primera vista, esta idea parece lógica: si ha funcionado en el sector empresarial, ¿por qué no habría de hacerlo en el ámbito educativo? Después de todo, la educación se basa en un sistema prusiano, diseñado originalmente para formar trabajadores obedientes y funcionales para las fábricas. Bajo esta perspectiva, un sistema de calidad encajaría perfectamente. Pero… hagamos una pausa y hablemos sobre las inteligencias múltiples de Howard Gardner."

El modelo de inteligencias múltiples, propuesto por el psicólogo Howard Gardner, plantea que las personas no aprenden de una única manera, sino a través de diversas formas de aprendizaje. Inicialmente, Gardner identificó siete tipos de inteligencia, aunque con el tiempo amplió su teoría. A esto se suman otras perspectivas, como la inteligencia emocional, desarrollada por Daniel Goleman, que enfatiza la gestión de las emociones en el aprendizaje, y la inteligencia transgeneracional, que resalta cómo los conocimientos y experiencias de generaciones pasadas influyen en la formación de nuevas habilidades; también se han explorado otras inteligencias, como la inteligencia espiritual, que aborda la capacidad de reflexionar sobre el propósito y significado de la vida; la inteligencia ecológica, que enfatiza la conexión con el entorno y la sostenibilidad; y la inteligencia creativa, que impulsa la innovación y la resolución de problemas desde el pensamiento divergente.

Lo que podemos concluir, sin entrar en un análisis profundo de cada una de ellas, es que los seres humanos aprenden y comprenden el mundo de maneras diversas. Esto significa que, en un grupo de estudiantes o colaboradores expuestos a la misma información, cada uno la asimilará de manera distinta. Ante este reto, tanto la educación como la capacitación empresarial deben replantear el paradigma actual.

El problema de los sistemas de calidad educativos radica en el exceso de control sobre los procesos. En la última década, ha aumentado significativamente la cantidad de documentos que los docentes deben generar antes, durante y después de impartir una materia, con el propósito de asegurar que el proceso de enseñanza-aprendizaje se ha cumplido. Sin embargo, este enfoque rígido deja de lado la diversidad de inteligencias y estilos de aprendizaje, lo que plantea la necesidad de un modelo más flexible y adaptativo.", y asegurando con esto que el proceso de enseñanza aprendizaje se logró.

¿Cómo se puede garantizar que un alumno realmente adquiere el 100% de los conocimientos requeridos solo a través de documentos que ‘certifican’ la calidad educativa? 

Actualmente, los sistemas educativos están saturados de papeleo que, en lugar de apoyar el aprendizaje, ahogan a docentes y estudiantes en procesos burocráticos. En teoría, los sistemas de calidad deberían ayudar a eficientar los procesos administrativos. Sin embargo, en la práctica, han convertido la educación en un modelo rígido, donde todo debe documentarse para demostrar que el aprendizaje ocurre, aunque esto no siempre refleje la realidad.

Problemas del control educativo basado en documentos:

·       Rigidez en la enseñanza: La educación regulada por documentos impone un esquema detallado de cómo impartir una clase, similar a una receta de cocina. Esto obliga al docente a elegir de antemano qué inteligencias y métodos de enseñanza utilizará, limitando la diversidad de aprendizaje en el aula. 

·       Exclusión de inteligencias: Aunque el docente tenga la mejor intención de adaptar su enseñanza a las necesidades de cada estudiante, el sistema lo restringe. Es prácticamente imposible cubrir todas las inteligencias y estilos de aprendizaje dentro de un modelo inflexible.

 ·       Falta de adaptación a nuevas generaciones: Cada ciclo escolar es diferente: los alumnos cambian, las generaciones evolucionan, las condiciones ambientales y tecnológicas varían. Sin embargo, los sistemas educativos exigen que se imparta la misma materia de la misma manera año tras año, sin considerar estas transformaciones.

 ·       El reto de la flexibilidad: La educación debería ajustarse a la diversidad de formas en las que cada persona aprende. Si el objetivo es realmente desarrollar competencias, es necesario replantear los modelos actuales para dar espacio a diferentes inteligencias y caminos de aprendizaje.

Conclusiones

Para que la educación realmente fomente el aprendizaje significativo y se adapte a la diversidad de inteligencias, es necesario un cambio en la manera en que se aplican los sistemas de calidad. Algunas soluciones podrían ser:

·       Flexibilizar los sistemas de enseñanza: Implementar modelos educativos más dinámicos que permitan a los docentes adaptar sus estrategias según las necesidades de cada grupo, promoviendo metodologías activas como el aprendizaje basado en proyectos, el aprendizaje colaborativo y la gamificación.

·       Reducir la carga burocrática y priorizar la retroalimentación: Disminuir la cantidad de documentos obligatorios y enfocarse en mecanismos más efectivos para evaluar el aprendizaje, como la observación en el aula, la autoevaluación del alumno y el uso de tecnología para un seguimiento más personalizado.

¿Queremos formar estudiantes que simplemente cumplan con estándares documentados o individuos capaces de aprender de manera autónoma, creativa y adaptable a los desafíos del futuro?

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