Al final de mi clase de Gestión de Conocimiento, un
grupo de alumnos se me acercaron para platicar unos sobre los métodos de
enseñanza aprendizaje, debido a que el considerada que 3 libros en 4 meses es
más de lo que él podría leer, dando pie al cuestionamiento de porque los
docentes no daban clases estandarizadas y no que cada profesor tuviera su
método de enseñanza aprendizaje ( eso me pareció una especie de método
conductista), mientras que otros chicos además de estar de acuerdo con la
cantidad de libros, me mostraron las bases genéricas de su proyecto de
innovación el cual considero que tiene mucho potencial.
Al final, la experiencia me hizo reflexionar; si
tradujera en porcentaje cuantos de los alumnos tienen la habilidad de ser
innovadores, la respuesta tendría que ser 100% porque todos tenemos la
capacidad de innovar en cualquier aspecto de la vida, pero la realidad es que
solo un 10% de los alumnos realmente tienen la cultura, eso me llevo a ver
desde otro angulo a la empresa, la cual se encuentra inmersa en procesos
tradicionales, que no generan innovación, simplemente buscan mejorar los
procesos que los lleve a un excelente rendimiento , la industria ya tienen
“recetas de cocina” que las guían, algo así como lo que mi alumno deseaba con
la clase estandarizada.
No significa que lo estandarizado este mal, en
realidad se requiere para que los sistemas funcionen, simplemente considero que
la empresa con todo su talento humano, puede ser capaz de generar innovación y
realizar un cambio cultural dentro de la empresa.
Considero que la empresa debe generar un proceso que
permita que además de la mejora continua se logre una innovación.
Las microempresas, tienen dos grandes retos, el
primero es poder implementar procesos competitivos que le permitan ser
rentables y posteriormente realizar un cambio radical, que les permita la
generación de innovación. Para lograr un ambiente innovador, se debe cambiar el
paradigma de que el trabajador solo deba realizar las actividades definidas en
las descripciones de puesto, sino entender que cada persona tiene su propio
conocimiento, el cual la empresa puede potencializar a favor.